Una historia
Una vida y el espacio para escucharla, hablarla y resignificarla.
Un tratamiento psicoterapéutico no se define a partir de la edad, sino a partir de la motivación y el interés de explorar y conocer la propia mente. Sobretodo cuando existen sentimientos de pérdida importantes, pero también la conjunción de conflictos presentes como en cualquier otro momento de la vida. Existen aspectos de la infancia, la adolescencia, la juventud adulta que se presentan a través de memorias o huellas emocionales que hacen surgir deseos y frustraciones, anhelos e ilusiones, pérdidas y separaciones desde lo físico, lo cognitivo, lo emocional y lo social.
El miedo a la muerte
La vejez es una fase de la vida en la cual prevalece la pérdida, el riesgo y la anticipación de pérdida como lo más dominante. El generar un nuevo significado respecto de la vida familiar, la posibilidad de aceptar y valorar el presente, se vuelven un reto mental y emocional debido a que pasado y futuro están en conflicto constante. También es un momento de inevitable confrontación con la muerte y con todo lo que esta implica: la pérdida de la pareja, de amigos cercanos, familiares, conocidos y, sobre todo, la muerte propia.
La escucha
El tratamiento psicoanalítico ayuda a pensar y reflexionar sobre los efectos de la vejez; el cuerpo, la sexualidad, la pérdida de lugares sociales, miedo a la soledad, a la depresión resultante de la renuncia a los ideales, etc. El adulto mayor en tratamiento logra reducir su ansiedad, contactarse con lo que ya no podrá ser o vivir. Puede elaborar las pérdidas enriqueciendo y valorando más su vida presente. Logra generar perspectivas menos sombrías respecto al futuro al rescatar de su pasado no sólo las pérdidas sino también la riqueza de sus experiencias vividas.